El novillero de la Escuela Taurina de Camas salió a hombros tras pasear dos orejas, mientras que “Bombita” cortó una oreja del segundo de la tatde
El variado y serio encierro de Agustín Lunar, con predominio del genio, la bronquedad y la falta de humillación, marcó el cierre del XLVI ciclo de promoción de jóvenes valores de La Algaba. Los aceros se llevaron por delante las opciones de Manuel Quintana, que desaprovechó al novillo más potable del lote con un trasteo despegado y sin alma. Javier Torres “Bombita” protagonizó la entrega más rotunda de la tarde: tras ser cogido de mala manera por un eral de mal estilo, no se arrugó, se cruzó una y otra vez y firmó una faena de pundonor que, pese a los fallos con la espada, le valió una oreja. Tampoco encontró opciones Pedro Caminero, siempre a la defensiva frente al gazapón tercero, del que solo quedó para el recuerdo la estocada de arrimón con la que rubricó su paso por La Algaba. Quien sí aprovechó el compromiso fue Cristóbal de Lara, que poco a poco sometió la brusquedad del cuarto y construyó la faena de más mérito y exposición del festejo. Su entrega, coronada con una certera estocada, le abrió la Puerta Grande con dos orejas en el esportón.
Plaza de toros de La Algaba (Sevilla). Tercer y último festejo del XLVI ciclo de promoción de jóvenes valores de la tauromaquia. Lleno de «No hay billetes».
Novillos de Agustín Lunar: serios y desiguales de presentación y juego.